La ansiedad puede ser una emoción normal o un trastorno psiquiátrico, dependiendo de su intensidad y de cómo influya en la vida diaria de la persona.
En condiciones normales, la ansiedad constituye uno de los impulsos vitales que nos motiva a vivir el día a día y a enfrentarnos a situaciones nuevas. Pero se convierte en un problema cuando en lugar de favorecer el comportamiento, lo obstaculiza. En estos casos, la ansiedad es desproporcionada con la situación, produciéndose en momentos inadecuados (momentos en los que no hay motivo para sentirse tan nerviosos) o siendo tan intensa y duradera que interfiere con las actividades cotidianas.
La ansiedad es el síntoma principal en una gran variedad de enfermedades (sobretodo fobias y depresiones) y puede manifestarse de diferentes formas tales como sentimientos de temor o angustia, irritabilidad, pérdida de concentración, palpitaciones, dolor de cabeza o de estómago, insomnio… y un largo etcétera.
Existen varios tests científicos para poder valorar el nivel de ansiedad y actuar en consecuencia. Uno de estos tests científicamente probados es el GAD7, que resulta útil por ser breve y orientativo. Si crees que puedes tener un trastorno de ansiedad, te recomendamos que hagas el este test y anotes tu puntuación. Después, sigue las medidas para reducir la ansiedad que verás a continuación y repite el test unos días después, para comprobar si realmente han funcionado.
Cómo combatir la ansiedad
Nuestra recomendación es empezar por lo más sencillo, y si no funciona o es insuficiente, ir tomando otras medidas, dejando las más complejas como última alternativa.
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Relajarse. El primer paso es buscar la manera de reducir la ansiedad mediante métodos de relajación, dormir lo suficiente, comer adecuadamente y hacer algo de ejercicio.
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Informarse. Saber qué nos ocurre es una herramienta muy efectiva para hacer frente a la ansiedad, y tratar de enfocar nuestros problemas con perspectiva. Puede ser muy útil hacer unas sesiones de terapia psicológica.
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Fitoterapia. La medicación más indicada para comenzar un tratamiento, y que no necesita receta médica, son las plantas medicinales, ya sean en forma de infusión o en comprimidos. Consulta a tu farmacéutico cuáles son las más adecuadas en tu caso.
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Médico. Si has probado todo lo anterior y la ansiedad persiste, lo mejor que puedes hacer es ir al médico, ya que valorará con más profundidad las causas y cuál es el medicamento más adecuado para ti, en caso de que lo necesites.
Fuentes:
Sociedad Española para el Estudio de la Ansiedad y el Estrés
www.bemocion.msssi.gob.es
Autor: Gloria Aparici. Farmacéutica.
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